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La Bombonera: Un hostal habanero para las trans
Clientes de la instalación pagan 30 CUC mensuales
Nota del editor: Tremenda Nota es el medio socio del Washington Blade en Cuba. Esa nota salió en su sitio web el 7 de noviembre.
LA HABANA — Agustín Díaz ha hospedado en su negocio a 266 parejas desde 2010, año en que habilitó oficialmente el Libro Registro de Arrendatarios. Eso, según los conceptos de Agustín sobre qué es una pareja fija.
“Yo soy bastante riguroso y exijo que respeten mi casa. Todos tienen llaves, yo se las doy, y es muy difícil que aquí haya prostitución, alcohol, drogas. Saben que tienen que cuidar el espacio porque en ningún otro lugar van a ser tratados así”.
La Bombonera tiene seis habitaciones independientes. Los clientes pagan 30 CUC mensuales. Ese precio puede parecer muy poco por un alquiler en La Habana, donde las rentas pueden llegar hasta los 600 CUC. Pero Agustín insiste en que todos terminan allí en su casa, porque “el mayor sueño de los travestis es llegar a La Bombonera y permanecer”.
Al principio no se llamaba La Bombonera. No se llamaba de ningún modo.
“Ellos mismos le han puesto así para hacerse notar y para que se sepa dónde están ubicados. Cuando dices ‘yo estoy alquilado en La Bombonera’, ya todo el mundo sabe dónde es. Y las niñas son muy presumidas, dicen que son unos bombones, unos mangos. Alquiladas en mi casa se sienten muy bien, son comprendidas”.
Lo confirma un habanero de 24 años inscrito como Félix Lázaro Belén Bello, a quien, si le preguntan su nombre, responde con otra pregunta: “¿El de hembra o el de varón?” Alison: Pestañas postizas, ropa diseñada para mujeres…
“Hace un año y pico que estoy aquí. Vine y me eché desde junio hasta noviembre del año pasado y ahora volví porque aquí nos conocemos y estamos como en familia. El dueño también es bueno, ¿ves? Y he hecho amistades”.
Al lado de Alison, dice un artemiseño graduado como maestro primario que a veces se va a la casa de sus padres en Artemisa, pero que siempre regresa a La Bombonera.
“¿Qué más se va a pedir aquí? Yo siempre me he quedado porque puedo hacer todo lo que quiero; en mi casa también me dejan, pero por un problema de prejuicio y de respeto, no lo hago”.
“Todo lo que quiero” es una expresión que describe bien el modo de vida en La Bombonera. Aquí, los huéspedes pueden vestirse como les dé la gana, ponerse pestañas, uñas acrílicas, extensiones en el cabello, vestidos cortos.
Dice Agustín que sus huéspedes son incomprendidos en los lugares de donde vienen, porque mucha gente no acepta a los travestis o trans.
“En Centro Habana, en cambio, hay mucha apertura en todos los sentidos. Por ejemplo: mis hijos son abakuás y yo no tengo nada que ver con los travestis, pero les alquilo. No tengo ningún tipo de prejuicio. Yo les permito visitas en la sala, en la habitación. No como en otros negocios donde no los dejan ni pararse en la puerta para que nadie se entere de que están alquilando a homosexuales.
“Actualmente, en mi barrio todo el mundo alquila a travestis. Ellos se han vuelto un segmento económico importante. Siempre están cerca de mi negocio y cuando se vacían algunas de mis habitaciones, corren para mi casa”, detalla.
Especialistas del Centro Nacional de Educación Sexual (Cenesex) reconocen que ese centro no tiene un programa dirigido a mejorar las condiciones de vivienda de las personas LGBTI+ en Cuba. Debido al déficit habitacional en el país, la situación afecta a toda la ciudadanía y no solo a esta comunidad. Massiel Rodríguez, socióloga de esa institución, considera que beneficiar a las personas LGBTI+ desde el punto de vista de la vivienda, podría verse como ejercicio de discriminación positiva.
“Simplemente son 266 parejas —dice Agustín mientras hojea el libro de registro— porque, por ejemplo, este año, que ha sido el de menor afluencia en mi negocio, he tenido 37 parejas. Claro, como han estado estables, se pasan meses y meses y no he podido rotar el personal. Solo se ha ido Yeni —para Rusia—, una muchacha que tenía a la mamá con cáncer y otra, que fue presa”.
—¿Presa?
—Dice que le habían dado libertad condicional en su provincia y aquí la cogieron en un área de prostitución.
—Un área de prostitución… En Cuba esa actividad no se reconoce como un delito.
—No se reconoce pero existe y es lógico que “las niñas” se dediquen a eso. El maquillaje es muy caro, y ellas necesitan vestirse, arreglarse, para poder transformarse. Aunque ellos trabajen, como los sueldos en Cuba son tan bajos no les alcanzaría para comprarse ni unas pestañas postizas o un lápiz de cejas, blúmeres.
Alison lo confirma:
“Hacemos las calles… Nada, que salimos por ahí a compartir… La vida está muy dura. Tuve que dejar en segundo año mi carrera en el ISCA [Instituto Superior de Ciencias Agrícolas] de San José de las Lajas”.
Dice Agustín que todas las mujeres trans o los travestis que pasan por su casa tienen historias difíciles, de maltrato, incomprensión; todos tienen miedo a la burla.
El tesis de doctorado de Mariela Castro Espín “La integración social de las personas transexuales en Cuba” reconoce que el Cenesex ha constatado situaciones que dificultan el proceso de integración social de estas personas: “precariedad en las condiciones de vida, limitado contacto con sus familias de origen, seguimiento excesivo por las autoridades policiales de los territorios donde habitan (jefes de sectores), conducción a estaciones policiales desde lugares públicos frecuentados por turistas, conflictos frecuentes en los espacios públicos en respuesta a agresiones verbales, y medidas disciplinarias en centros de estudios para adultos que incluían expulsión por ‘no cumplimiento’ del reglamento en el vestir o la no correspondencia de este con su sexo en el carnet de identidad”.
A pesar de todo, Agustín defiende su negocio y renta sus habitaciones exclusivamente a trans.
“Yo alquilo por una cuestión humanitaria y porque además, mi hermana Gloria es lesbiana. Yo entendí que ellos son los más discriminados, y de toda la basura que existe en el mercado, son los de mejores condiciones humanas”.
Manuel Ductó, presidente de un CDR aledaño y militante del Partido Comunista, vende vegetales frente a La Bombonera. Dice:
“Toda esa gente que él ―Agustín― tiene ahí, está sin producir. Esa gente no produce nada, esa gente debía estar dispersa en algo productivo”.
Le digo que uno de los alquilados es buquenque; otro limpia pisos en un hospital, pero insiste en que él en sí no sabe cuál es la profesión de ellos.
En “La integración social de las personas transexuales en Cuba”, Castro Espín dedica un acápite a “La transexualidad desde la interpretación de actores claves para una política”. La directora del Cenesex explica la importancia de que las personas, y en particular los decisores, se apropien de conocimientos en el campo de la sexualidad y los derechos sexuales.
“A ellos los han llevado caminando en tacones y ropas de mujer por el medio de la calle hasta la estación de policía. Montaban un show allí. Vaya, no estaban preparados para entender a los travestis del barrio. Ellos (los policías) tienen la peor opinión de esas personas”.
Dice Agustín que a él también han venido a buscarlo varias veces para llevarlo a la estación de policía. Pero una visita a la Policía Nacional Revolucionaria y un encuentro con el Teniente Coronel Cristiá, jefe de una unidad policial de La Habana, no bastaron para confirmar o negar esta información. Las 37 detenciones arbitrarias que denuncia Agustín, si existieron, no han podido corroborarse porque los oficiales que dialogaron con esta reportera consideran que Agustín es un personaje muy negativo que no debería generar ningún interés mediático.
“La policía se me tiró cuando empecé a alquilar a los travestis”.
La escena, con más o menos variaciones, ha sido esta: una pintoresca caravana detrás de Agustín, guiados por la Policía Nacional Revolucionaria en su recorrido por la calle.
“Me han detenido arbitrariamente y han llevado a los travestis detrás de mí como para humillarme, para que yo desista, como para desestabilizarme moralmente y que yo no siga”.
Continuamos en los bajos del 318, Calle Industria entre Neptuno y San Miguel. El espacio es amplio y, Agustín, rodeado de copas, papeles, zapatos y fotos de Barack Obama, está sentado en una vieja silla.
Le gusta este hombre, el primer afroamericano que llegó a la presidencia de Estados Unidos. Agustín también es negro, pero lo único que preside es La Bombonera; su país es la Bombonera. Todos los travestis y las trans de La Habana, dice Agustín, saben de este lugar. Pero repite que aun cuando lo suyo es darles espacio, solo admite a parejas fijas. Él mismo se pregunta, y no se responde: ¿a dónde van las travestis solteras? ¿Dónde “matan” el tiempo?
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Impunidad y violencia contra las poblaciones LGBTQ en Honduras: el caso de Erlin Blandín
Joven gay murió de tres balazos el 14 de julio
TEGUCIGALPA, Honduras — Un desgarrador testimonio sobre los datos actualizados de la violencia contra la comunidad LGBTQ ofreció Nahíl Zerón, colaborador en Red Lésbica Cattrachas, en una reciente entrevista. Zerón subrayó las alarmantes cifras de asesinatos y la dificultad en la búsqueda de justicia.
El entrevistado inició explicando el meticuloso proceso de registro de la violencia contra personas LGBTQ. “Nos dedicamos a recolectar datos y analizar patrones de muerte por orientación sexual e identidad de género”, dijo.
Zerón trabaja para una de las organizaciones que han revelado una cruda realidad: desde 2017 a julio de 2024 se registran 263 muertes violentas de personas LGBTQ y cuatro personas diversas desaparecidas.
Además, de los 45 casos judicializados, sólo 11 tienen sentencia condenatoria.
Para realizar el registro de la violencia contra las poblaciones LGBTQ se toman en cuenta detalles como el tipo de arma utilizada y el modus operandi. Asimismo, se registra la ubicación de las heridas en el cuerpo de la víctima, el rango de edad y la ocupación de las personas asesinadas.
Lo amenazaron e incendiaron su casa
Entre los casos de violencia contra las poblaciones LGBTQ se encuentra uno particularmente representativo: el de Erlin Asbiel Blandín Álvarez, de 34 años de edad. El joven gay pasante de la carrera de Periodismo en la UNAH murió de tres balazos. Su caso ilustra cómo múltiples factores de riesgo pueden confluir en una tragedia.
Blandín denunció haber recibido amenazas de Franklin Eduardo Alvarado Medina. Interpuso una denuncia por amenaza y extorsión. Además, aseguró que Alvarado incendió su casa. Blandín les comentó a sus compañeros de universidad que Franklin Alvarado quedó en libertad. Según Nahíl Zerón, “no podemos decir que esto tenga vinculación, pero sí confirmamos que él había expresado esa preocupación”.
La impunidad es alarmante
Blandín no sólo era un periodista comprometido con su labor. También era un activista cercano a las comunidades más vulnerables. Cuando lo asesinaron el 14 de julio de 2024, en Laureles, departamento de Olancho, estaba temporalmente en esa comunidad debido a su trabajo de investigación. Su residencia oficial estaba en Tegucigalpa.
Los informes indican que recibió un balazos en la parte izquierda del tórax, otro en la clavícula izquierda y el último en la espalda. Además se reportó que los atacantes se desplazaban en una motocicleta, lo cual sugiere que el ataque fue premeditado.
La impunidad en casos como el de Blandín es alarmante. Nahíl Zerón mencionó que incluso cuando uno de los casos recibe una condena, no se reconoce la violencia motivada por orientación sexual o identidad de género. Esta situación refleja una grave falla en el sistema judicial hondureño que a menudo generaliza los homicidios sin considerar los prejuicios específicos que los motivan.
Según Zerón, 2023 fue el año más violento para personas LGBTQ en Honduras desde 1994, con un total de 52 asesinatos registrados. Este aumento en la violencia genera un ambiente de miedo y desconfianza en las autoridades. Las personas LGBTQ sienten que sus vidas no son valoradas ni protegidas por el Estado. Eso las obliga a vivir constantemente con el temor de ser las próximas víctimas.
Es imperativo que las autoridades hondureñas y la sociedad tomen medidas concretas para proteger a esta comunidad y garantizar que los crímenes de odio no queden impunes. La vida y la dignidad de las personas LGBTQ merecen ser respetadas y defendidas. Es responsabilidad de todos trabajar por un futuro más justo e inclusivo.
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Avanza la inclusión de poblaciones LGBTQ en Honduras
Se inauguró el Centro de Día de Somos CDC el 19 de julio
TEGUCIGALPA, Honduras — Facilitar un espacio para la población LGBTQ, personas con VIH y originarias es el principal objetivo del Centro de Día, inaugurado el 19 de julio pasado por el Centro para el Desarrollo y la Cooperación LGBTIQ+ (Somos CDC). El Centro aspira a convertirse en un lugar para la inclusión de poblaciones vulnerabilizadas.
Por medio del Centro de Día, Somos CDC busca facilitar el acceso a un espacio que permita a las poblaciones vulnerabilizadas realizar reuniones, podcasts, entrevistas o actividades físicas.
Un lugar físico accesible
Somos CDC impulsa el Centro de Día para responder a la necesidad de un lugar para la inclusión de poblaciones en el que tengan acceso a un entorno abierto.
Esta iniciativa complementa el trabajo de fortalecimiento de las organizaciones mediante un lugar físico donde llevar a cabo actividades sin altos costos de alquiler que a menudo impiden realizarlas.
El Centro de Día cuenta con una sala de reuniones equipada con aire acondicionado, televisor, sillas y servicio de internet. Este espacio para la inclusión de poblaciones vulnerabilizadas tiene también un estudio donde se podrá realizar cualquier contenido multimedia, espacio para entrevistas, podcasts, campañas, etcétera.
Además de reducir las barreras económicas, el Centro se propone como un espacio gratuito para que las organizaciones enfoquen sus recursos en la implementación de sus programas. En colaboración con entidades como Médicos del Mundo, ofrece servicios médicos especializados y apoyo psicológico, social y cultural.
El horario de funcionamiento del Centro de Día es de 9:00 a.m. a 4:00 p.m. Sus instalaciones están disponibles de manera gratuita para organizaciones y grupos que deseen realizar actividades. Las reservas deben coordinarse para asegurar la disponibilidad y el buen desarrollo de las mismas.
El objetivo a largo plazo es replicar este modelo en otras ciudades, ampliando el alcance y los beneficios del Centro. Por ahora, la comunidad está invitada a utilizar y promover este espacio, fomentando una verdadera inclusión y colaboración.
CDC, a un click
Somos CDC también cuenta con su página web, donde proporciona información detallada sobre su funcionamiento y actividades. Según uno de los representantes, diseñaron la web para ofrecer acceso a recursos y permitir a las personas obtener información sobre los servicios disponibles.
El portal ofrece una introducción a las actividades del centro, incluyendo programas de participación en ciencia política, acceso a la justicia y desarrollo económico, así como programas de comunicaciones para el cambio cultural. En las redes sociales como Instagram y YouTube se presentan actividades y contenidos educativos y de sensibilización.
Además, la web incluye un formulario para consultas y sugerencias que ofrece un canal directo de comunicación con el equipo del Centro. También se proporciona información sobre la misión, visión y metodología de trabajo del centro, así como detalles sobre los valores organizacionales y la estructura del equipo.
Un aspecto importante del portal es la inclusión de sistemas de cuentas y estadística, que registran datos relevantes sobre la población vulnerable. Estos sistemas permiten un seguimiento detallado de temas como la migración, la violencia contra la población LGBTQ y los crímenes de odio.
En resumen, CDC no sólo se posiciona como un lugar físico de apoyo e inclusión. Es también un recurso digital integral que facilita la participación y el acceso a la información para todos los interesados.
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Corte Constitucional de Ecuador insiste a Asamblea que apruebe ley sobre reproducción asistida
Legisladores no han cumplido con una sentencia de 2018
La Corte Constitucional nuevamente señaló a la Asamblea por incumplir con una sentencia en un caso relacionado a derechos de personas LGBTQ. En esta ocasión, en un fallo del 6 de junio de 2024, llamó la atención al Legislativo por no cumplir con el plazo dispuesto para regular los procedimientos médicos de reproducción asistida.
Estos métodos, generalmente usados por parejas con problemas de fertilidad o que no pueden concebir naturalmente, no están contemplados en la legislación ecuatoriana y son una opción para parejas de mujeres lesbianas que deciden procrear.
En mayo de 2018, la Corte Constitucional falló a favor del caso Satya. En la sentencia de ese año, ordenó al Registro Civil la inscripción de Satya como hija de Nicola Susan Rothon y Helen Bicknell. La niña fue concebida por reproducción asistida.
El Registro Civil se había negado a inscribir a Satya con doble filiación materna. Nicola y Helen iniciaron una lucha de casi 6 años para que el Estado reconozca la identidad de su hija.
En ese fallo de 2018, la Corte Constitucional declaró que se vulneraron derechos como identidad, igualdad y no discriminación, y familia en sus diversos tipos.
Además, dispuso a la Asamblea que hasta junio de 2019 “adopte las disposiciones legales necesarias para regular los procedimientos médicos de reproducción asistida”. Sin embargo, hasta la fecha el Legislativo no ha cumplido con esa disposición.
La Asamblea alegó a la Corte Constitucional que había aprobado los métodos de reproducción asistida en el Código Orgánico de la Salud en 2020, pero fue vetado totalmente por el expresidente Lenín Moreno. Aún así, desde el veto ha transcurrido más de un año para que el Legislativo pueda retomar el tratamiento de este tema y no lo volvió a hacer.
Por ese incumplimiento, la Corte dictó la sentencia del 6 de junio de 2024 en que llama la atención a la Asamblea, pero también ordenó a la Defensoría del Pueblo que, en un plazo de tres meses, elabore un proyecto de ley que regule los procedimientos de reproducción asistida. Este proyecto debe ser tramitado, debatido y aprobado de manera prioritaria por la Asamblea en un plazo máximo de 10 meses.
Esta sentencia fue notificada el 26 de junio de 2024. Por ello, hasta finales de julio de 2025, debería estar aprobada la ley.
Corte también se pronuncia por otra demora
La Corte Constitucional emitió este nuevo fallo tras analizar dos demandas de acción de incumplimiento de dos sentencias del organismo: caso Satya (2018) y caso Bruno Paolo Calderón (2017).
En este último, la Corte ordenó en mayo de 2017 a la Asamblea reformar la Ley de Gestión de Identidad y Datos Civiles para permitir a las personas transexuales cambiar en la cédula de identidad el campo de sexo; si bien la norma pemitía reemplazar sexo por género, se creó dos sistemas de cedulación. Sin embargo, la Asamblea tardó más de seis años en cumplir con la sentencia.
Por esta demora, la Corte también llamó la atención al Legislativo en la reciente sentencia, pero en mayo de 2022 ya lo había hecho en otro fallo en que dio un ultimátum.
Una de las acciones de incumplimiento que la Corte analizó para la reciente sentencia fue presentada por la Asociación Silueta X en diciembre de 2021.
Sentencia de la corte constitucional 66-18-IS/24 reafirma #SexoEnLaCedula para personas Trans y permitirá avanzar en el proyecto de ley para Reproducción Asistida para LGBT+ (Parejas del mismo Sexo). Un avance importantísimo para nuestras poblaciones en Ecuador.
Sentencia… pic.twitter.com/duUjD9AO3h
— DIANE RODRIGUEZ (@DianeRodriguezZ) July 8, 2024
Diane Rodríguez, presidenta de la organización, destacó en sus redes sociales el fallo de la Corte y habló incluso de un proyecto conjunto entre Silueta X y la Defensoría del Pueblo, pero la sentencia solamente otorgó esta atribución a este último organismo en coordinación con el Consejo Nacional de Igualdad Intergeneracional.
Sumilla: 47 inscripciones de progenitoras
Tras la sentencia del caso Satya, el Registro Civil ha realizado 47 inscripciones de nacimiento solicitadas por progenitoras del mismo sexo.
Estas inscripciones se registraron desde julio de 2018 hasta junio de 2024, según información proporcionada por la institución a este medio de comunicación.
Edición Cientonce también consultó por la inscripción de hijxs de parejas conformadas por hombres, pero el Registro Civil señaló que, conforme a la sentencia del caso Satya, realiza la inscripción de nacimiento en caso de progenitoras del mismo sexo por reproducción asistida.
“En cuanto a la inscripción de nacimiento de dos progenitores, la normativa vigente no habilita este tipo de casos”, indica la institución en la información enviada.
Sin embargo, la sentencia del caso Satya señaló también que el Registro Civil no podía alegar en las inscripciones de nacimiento la falta de ley para reconocer la doble filiación paterna o materna, y los diversos tipos de familia.
Pese a esta regla jurisprudencial que emitió la Corte en la sentencia, ha habido casos como el de Denise y María, quienes por dos años no pudieron registrar a su hija Raphaella con doble filiación materna. Ellas la concibieron por inseminación casera y tuvieron que recurrir a la justicia para lograr la inscripción.
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