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‘La Biblia vuelve al Palacio’

Presidenta interina de Bolivia es antiaborto y anti-LGBTQ

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La presidenta interina de Bolivia Jeanine Áñez (Photo public domain)

LA PAZ, Bolivia — El primer acto público de Jeanine Áñez tras ser declarada presidenta interina de Bolivia fue llegar hasta el Palacio Quemado (la casa de gobierno boliviano) en La Paz levantando una Biblia. Al mismo tiempo que gritaba eufóricamente “la Biblia vuelve a Palacio”, luego de que los militares le entregaran la banda presidencial tras forzar la dimisión del expresidente Evo Morales, quién posteriormente recibió asilo político en México. “Gloria a Dios” le respondían sus seguidores mientras entraba al lugar.

“Esta Biblia es muy significativa para nosotros. Nuestra fuerza es Dios, el poder es Dios, que Dios nos bendiga queridos hermanos bolivianos”, aseguró más tarde Áñez desde un balcón del Palacio. 

La senadora opositora y segunda vicepresidenta del Senado asumió para sorpresa de muchos tras varias renuncias de políticos oficialistas en plena crisis política y social generada por los cuestionados comicios del 20 de octubre pasado. Áñez se ha perfilado como una de las políticas más conservadoras de Bolivia, en febrero de este año participó como exponente en el Congreso Iberoamericano por la Vida y la Familia en Panamá y en diferentes ocasiones se ha mostrado como una férrea opositora a la población LGBTQ, migrantes, mujeres (en especial antiaborto) e indígenas de su país. 

Desde que se autoproclamó como jefa de Estado iniciaron protestas en para exigir su salida del poder. En todos los discursos que hasta ahora ha realizado la mandataria interina se hicieron referencias a la religión y en la posesión del nuevo gabinete ministerial nueve de las 11 nuevas autoridades hicieron la señal de la cruz con la mano derecha. Nada parecido al combativo puño izquierdo levantado que predominó entre los diferentes ministros y viceministros que acompañaron a Morales.

“Juran por Dios, por la patria y por la Constitución Política del Estado”, dijo la nueva presidenta en el momento de posesionar a sus colaboradores más próximos.

Posteriormente firmó un polémico decreto para frenar las protestas en su contra.

“El personal de las Fuerzas Armadas, que participe en los operativos para el restablecimiento del orden y estabilidad pública, estará exento de responsabilidad penal cuando en cumplimiento de sus funciones constitucionales, actúen en legítima defensa o Estado de necesidad”, señala el decreto 4078.

“Es un decreto supremo que exonera a todos los militares que en función de defensa del estado, así lo llaman, puedan asesinar a las personas, eso es una orden a matar, eso es dictadura, no hay otra figura al respecto”, explicó al Washington Blade, David Aruquipa, un histórico activista LGBTQ en Bolivia.


La medida alertó a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) condenando “el uso desproporcionado de la fuerza militar y policial”.

“El Estado tiene el deber de respetar el derecho humano a la protesta pacífica”, indicó la entidad. Mientras que la Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, señaló que “la represión puede recrudecer la situación”.



Bachelet aseveró a través de un comunicado que “urge a las autoridades a garantizar que las fuerzas de seguridad cumplan con las normas y estándares internacionales en materia de uso de la fuerza, así como a asegurar el derecho a la vida y a la integridad física de las personas que protestan”. 

Respecto al pronunciamiento de Bachelet, Aruquipa agregó que “esta señora Áñez con todo su gabinete está respaldado la violencia y las muertes. Todo esto ha generado una convulsión social, han cercado y bloqueado los caminos; las comunidades indígenas y los movimientos sociales están marchando en la ciudad de La Paz y el resto del país, esto va a desbordar en una situación que va a sumar más muertes de este gobierno de facto”.

Bolivia es uno de los pocos países del mundo que protege y sanciona la discriminación por orientación sexual e identidad de género en su Constitución. En octubre de 2011, mediante Decreto Supremo se declaró oficialmente la conmemoración del IDAHOBiT y en 2016 se promulgó una Ley de Identidad de Género que tuvo más de ocho años de debate legislativo y ejecutivo. Estos y otros avances corren peligro con Áñez en el poder. 

“Estoy semiclandestina esperando una solicitud de asilo político para salir del país, estoy con mis maletas listas para dejar con mucho dolor mi país. He sido amenazada de muerte”, confesó al Blade, Tamara Núñez del Prado, defensora de derechos humanos y activista trans del país latinoamericano. Núñez del Prado salió del closet cuando tenía 32 años mientras se desempeñaba como asesora de Teresa Morales, entonces ministra de Desarrollo y Economía en otra era de Morales.

La transición de Tamara Núñez del Prado al interior del gobierno de Evo Morales sirvió para sensibilizar a la clase política y sociedad boliviana. (Foto cedida al Washington Blade)

Núñez del Prado advirtió al Blade que “tenemos una presidenta que es parte de las plataformas que están a favor de la familia original, que está en contra de todas las políticas LGBTI, ella sostiene que existe una ideología de género, es antiaborto”.

“Inclusive dijo que iba a pedir la derogación de varias normativas que están en contra de Dios y claramente la ley de identidad de género es una de ellas”, subrayó Núñez del Prado.

Para Núñez del Prado en Bolivia hubo un golpe de estado “cuando los altos mandos policiales y militares le sugieren renunciar al Presidente, hay un vicio de nulidad que se llama violencia, los militares y policías no pueden deliberar ni debatir por ley. Entonces lo que hicieron fue intervenir en la política interna de Bolivia y tomar partido por un grupo”. 

“Si están quemando las casas de tus ministros, si están secuestrando a los familiares de tus ministros para poder desmovilizar y frenar al poder, significa que es un golpe de estado, porque el Evo les tuvo que decir renuncien para cuidar sus casas, sus vidas y sus familias, al dejarlo solo, eso se llama un golpe de estado”, aseguró al Blade. 

Rayza Torriani, excandidata a diputada y actual directora ejecutiva de gestión de proyectos para Trébol, una organización LGBTQ boliviana, comentó al Blade que “hoy podemos ir viendo con mucho miedo la situación política del país, porque está suscitando demasiada violencia, muerte, un gobierno interino que está gobernando con la primicia de la Biblia y la religión que la impone como primer eje puesto, eso nos puso en una situación de alarma porque sabemos que lamentablemente cuando se habla de religión, hablamos de retrocesos que derivan en violaciones a los derechos humanos, esta situación nos preocupa muchísimo”.

Rayza Torriani es una de las impulsoras de la Ley de Identidad de Género en su país. (Fotografía cedida al Blade)

Antes de que Áñez llegará a Palacio, Torriani había participado en las protestas que exigían la renuncia de Morales a la presidencia. Respecto a eso dijo al Blade que “yo salí a las calles a pedir la no reelección de el Evo, por la renovación de nuevos liderazgos para mi país, nunca pensé que esto terminaría con la Biblia gobernado Bolivia”. Torriani contó al Blade que “estoy esperando la confirmación de una reunión con la presidenta interina para dialogar con ella, pedir el cese de la violencia y educarla. Esa es mi forma de hacer activismo”.

Hasta el momento, ninguna organización LGBTQ de Bolivia se ha manifestado sobre la situación.

“Me preocupa que no haya un pronunciamiento público de las organizaciones y redes nacionales, las organizaciones articuladas deberían manifestarse sobre esta situation, entiendo que hay diferencias pero es importante dar una muestra sobre el impacto que está generando todo esto en los derechos nuestra población”, lamentó Aruquipa.

David Aruquipa conversó con el Washington Blade desde Colombia donde es encuentra participando de un encuentro que congregará a más de 300 activistas LGBTQ de América Latina y el Caribe. (Fotografía desde Bogotá)

“Es un momento para que el movimiento LGBTI se rearticule y nos repensemos como enfrentar esta situación, y no me cabe duda que tenemos las capacidades para hacerlo y así no permitir que la derecha fascista retome nuevamente el gobierno, porque lo que está pasando es una muestra de lo que puede pasar más adelante en las elecciones”, concluyó Aruquipa.

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The White House

Karine Jean-Pierre becomes Biden’s fourth openly LGBTQ senior adviser

Press secretary’s promotion was reported on Monday

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White House Press Secretary Karine Jean-Pierre (Washington Blade photo by Christopher Kane)

Following White House Press Secretary Karine Jean-Pierre’s promotion to a top role on Monday, four of the 10 officials serving as senior advisers to President Joe Biden are openly LGBTQ.

The other LGBTQ members of the president’s innermost circle are White House Communications Director Ben LaBolt, senior adviser to first lady Jill Biden Anthony Bernal, and White House Director of Political Strategy and Outreach Emmy Ruiz.

Jean-Pierre became the first Black and the first LGBTQ White House press secretary in May 2022. She spoke with the Washington Blade for an exclusive interview last spring, shortly before the two-year anniversary of her appointment to that position.

“Jill and I have known and respected Karine a long time and she will be a strong voice speaking for me and this Administration,” Biden said in 2022 when announcing her as press secretary.

Breaking the news of Jean-Pierre’s promotion on Monday, ABC noted the power and influence of the White House communications and press office, given that LaBolt was appointed in August to succeed Anita Dunn when she left her role as senior adviser to the president.

As press secretary, Jean-Pierre has consistently advocated for the LGBTQ community — pushing back forcefully on anti-LGBTQ legislation and reaffirming the president and vice president’s commitments to expanding rights and protections.

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Israel

Sounds of war

Life in Tel Aviv goes on despite escalating conflict

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Hilton Beach in Tel Aviv, Israel, on Oct. 5, 2024. (Washington Blade photo by Michael K. Lavers)

TEL AVIV, Israel — I was sound asleep at 11 p.m. (4 p.m. ET) on Monday when Tzofar, an app that notifies users of incoming rockets, started to go off. The blaring alarm woke me up. It indicated a “red alert” for “incoming (missiles and rocket fire.)”

I sat up in bed, opened the app to see whether I was under “red alert.” I was just south of it, so I did not need to seek refuge in the stairwell, which is the building’s designated safe room. Less than a minute later I heard a series of loud booms that shook the building.

Hezbollah launched five ballistic missiles from Lebanon towards an Israel Defense Forces base north of Tel Aviv. The explosions that I heard were Israel’s Iron Dome air defense system intercepting them.

The whole situation was over in less than two minutes — it was the third “red alert” for “incoming (missiles and rocket fire)” that I received on my phone on Monday, which was a year since Hamas launched its surprise attack against southern Israel.

‘Red alerts’ for ballistic missiles that Hezbollah launched from Lebanon on Oct. 7, 2024. The missiles targeted an Israel Defense Forces base north of Tel Aviv. (Washington Blade screenshot by Michael K. Lavers)

Hamas at around 11 a.m. (4 a.m. ET) launched five rockets that triggered alerts in southern Tel Aviv. Iron Dome intercepted four of them. Shrapnel from the rocket that hit the ground left two women slightly injured. I heard the interceptions in the distance. I walked onto my balcony a couple of minutes later, and saw a man hugging a young woman who was standing on her balcony across the street. She was clearly upset.

I walked to a nearby coffee shop about half an hour later, and ordered an iced coffee. I walked back to my building and started working again. I called my mother a short time later to let her know that everything was fine. I also sent several text messages to my husband and other loved ones and friends that reiterated that point.

‘Red alerts’ for incoming rockets that Hamas launched towards Tel Aviv, Israel, on Oct. 7, 2024. (Washington Blade screenshot by Michael K. Lavers)

The Houthis in Yemen launched a ballistic missile towards Israel shortly after 5:30 p.m. (10:30 a.m. ET) that the IDF intercepted. I was in Hostage Square outside the Tel Aviv Museum of Art when I heard warning messages on people’s phones. I looked at the Tzofar app, and saw Hostage Square was outside of the “red alert” area. I then logged onto two Israeli media outlets’ — the Times of Israel and Haaretz — websites that I have bookmarked on my phone and read the IDF had intercepted the Houthi missile.

More than a thousand people were gathered in Hostage Square less than 90 minutes later, watching an Oct. 7 memorial concert on a large screen that had been set up. The IDF Home Front Command has limited the number of people who can gather in one place in Tel Aviv because of the continued threats of rocket and missile attacks from Gaza and Lebanon.

This limit is 2,000.

Two men in Hostage Square in Tel Aviv, Israel, embrace while watching a memorial service to the victims of Oct. 7 on Oct. 8, 2024. (Washington Blade photo by Michael K. Lavers)

The sounds of war have been a constant backdrop of this trip.

I begin every day with a swim in the Mediterranean Sea at Hilton Beach, which is Tel Aviv’s gay beach. These swims help me stay somewhat sane while I am here in Israel. 

Israeli fighter jets and helicopters with missiles strapped to them regularly fly north along the coast towards Lebanon. Drones can also be heard. This scene plays out against the context of people swimming, kayaking, and paddleboarding in the water, and others walking and jogging on the nearby beach promenade.

A lifeguard station at Hilton Beach in Tel Aviv, Israel, honors the hostages that Hamas captured on Oct. 7, 2024. (Washington Blade photo by Michael K. Lavers)

The Nova Music Festival site where Hamas militants killed 360 people and took 40 others hostage on Oct. 7 is located outside of Re’im, a kibbutz that is roughly two miles from the Gaza Strip. It is about an hour and 20 minutes south of Tel Aviv.

I visited the site on Oct. 5.

Large IDF Home Front Command banners warn visitors they had 15 seconds to reach makeshift shelters — large concrete barriers placed together — in case of incoming rockets. 

“If you receive an alert, lie on the ground and protect your head with your hands for 10 minutes,” the banner reads.

A makeshift shelter at the Nova Music Festival site in Re’im, Israel, on Oct. 5, 2024. (Washington Blade photo by Michael K. Lavers)

There were no alerts while I was at Nova. I did, however, hear several Israeli airstrikes in Gaza.

I stopped at a roadside restaurant in Yad Mordechai, a kibbutz that is roughly three miles north of the Erez crossing between Israel and Gaza, after I left Nova. I had a sandwich for lunch and ordered an ice coffee for the drive back to Tel Aviv. I was walking to my car and I heard two distant Israeli airstrikes in Gaza. The second one shook the ground beneath my feet.

I was back in Tel Aviv less than an hour later. It was the last day of Rosh Hashanah, and Shabbat. Hilton Beach, where I had taken my morning swim earlier in the day, was packed.

Life, at least for Israelis who live in Tel Aviv, goes on amid the sounds of war.

(washington blade video by michael k. lavers)

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Politics

Trump, GOP candidates spend $65 million on anti-trans ads

The strategy was unsuccessful for the GOP in key 2022, 2023 races

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Donald Trump at the 2024 Republican National Convention (Washington Blade photo by Michael Key)

With just four weeks until Election Day, Donald Trump and Republican candidates in key down-ballot races have spent more than $65 million on anti-trans television ads since the start of August, The New York Times reported on Tuesday.

The move signals that Republicans believe attacking the vice president and other Democratic candidates over their support for trans rights will be an effective strategy along with exploiting their opponents’ perceived weaknesses on issues of immigration and inflation.

However, as Human Rights Campaign President Kelley Robinson told the Times, conservatives had tried using the transgender community as a cudgel to attack Democrats during the 2022 midterms and in the off-year elections in 2023. In most cases, they were unsuccessful.

The GOP’s decision to, nevertheless, revive anti-trans messaging in this election cycle “shows that Republicans are desperate right now,” she said. “Instead of articulating how they’re going to make the economy better or our schools safer, they’re focused on sowing fear and chaos.”

The Times said most Republican ads focus on issues where they believe their opponents are out of step with the views held by most Americans — for example, on access to taxpayer funded transition-related healthcare interventions for minors and incarcerated people.

At the same time, there is hardly a clear distinction between ads focusing on divisive policy disagreements and those designed to foment and exploit rank anti-trans bigotry.

For example, the Trump campaign’s most-aired ad about Harris in recent weeks targets her support for providing gender affirming care to inmates (per an interview in 2019, when she was attorney general of California, and a questionnaire from the ACLU that she completed in 2020 when running for president).

The ad “plays on anti-trans prejudices, inviting viewers to recoil from images of Ms. Harris alongside those of people who plainly do not conform to traditional gender norms, to try to portray Ms. Harris herself as out of the ordinary,” the Times wrote in an article last month analyzing the 30-second spot, which had run on television stations in Arizona, Georgia, North Carolina and Wisconsin.

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