Noticias en Español
Gobierno salvadoreño reestructura programa educativo por hablar de orientación sexual
‘Aprendamos en Casa’ de Canal 10 incumplió los ‘estándares educativos’

SAN SALVADOR, El Salvador — Canal 10 de El Salvador anunció el cese del acuerdo con el Instituto Nacional de Formación Docente, esto debido a que, según la televisora estatal, el INFOD incumplió los “estándares educativos” de la franja “Aprendamos en Casa”, al incluir contenido sexual no autorizado en la programación.
“El INFOD incumplió el acuerdo y estableció una agenda de contenido que afecta el aprendizaje integral de la niñez salvadoreña, situación totalmente contraria a los objetivos educativos y de formación que realiza el gobierno de El Salvador a través del canal del Estado”, expresó por medio de un comunicado Canal 10.
A pesar de que el contenido del programa es coordinado a través del despacho de la primera dama, en conjunto con el Ministerio de Educación y el Ministerio de Cultura, el INFOD fue la única institución responsabilizada por el contenido transmitido en el capitulo que hablaron sobre la orientación sexual.
Esto deja entre dicho el contenido de la Ley Crecer Juntos, impulsada por la primera dama y que fue aprobada en junio de este año; la cual menciona en su artículo 33 que “todas las niñas, niños y adolescentes sin excepción, de acuerdo con su desarrollo y el ejercicio progresivo de sus facultades tienen derecho a recibir educación integral de la sexualidad y atención de la salud sexual y reproductiva …”
Aparte de el artículo 54 literal j, en el cual hace responsabilidad del Estado en materia de educación, que este debe incluir en el currículo contenidos relacionados a la educación integral de la sexualidad, la equidad y violencia de género.
Por su parte el MINED en un comunicado de prensa informó había decido realizar una reestructuración profunda en el INFOD, esto con el fin de “promover cambios que permitan una educación apegada a nuestra realidad y con la visión de este gobierno”, según el MINED esto es con el fin de incorporar elementos e insumos necesarios para fortalecer el cuerpo docente que trabaja con la niñez y adolescentes del país. Dentro de esta reestructuración, estuvo el remover de su cargo al rector del INFOD Carlos Rodríguez Rivas.
Antes que el Canal 10 y MINED sacaran un comunicado sus comunicados, organizaciones como La Alianza de Padres de Familia se manifestó en redes sociales, al mismo tiempo compartían un fragmento de la clase transmitida en donde se abordaban los temas de orientación sexual.
“Buscan confundir a nuestros hijos respecto a su identidad y a los valores que como padres decidimos inculcarles para su bienestar”, expresó la organización en su cuenta de Twitter.
Muchas de estas organizaciones que se levantaron en protesta en redes sociales, escudan sus argumentos con que su objetivo es combatir la supuesta “ideología de género” que quieren inculcar a sus hijos e hijas en este tipo de programación.
Algunos activistas de derechos humanos se han pronunciado ante lo ocurrido, creando una pequeña campaña en Twitter con la frase “A mis hijos los educó yo”, exponiendo de manera satírica las realidades que se dan en los entornos conservadores salvadoreños.
““A mis hijos los educo yo”, exclamó la que no habla de sexualidad con sus hijos, la que cree que sus hijos no sienten atracción sexual, la que cree que sus hijos no tienen sexo coital, la que cree que llevándolos a la iglesia no van a sentir atracción …”, compartió vía Twitter Karla Guevara, la directora de Colectivo Alejandría.
En comentarios para el Washington Blade, Guevara expresa que para cualquiera que ha recibido capacitaciones de sensibilización sobre temas de diversidad sexual y el vocabulario adecuado, pudo darse cuenta que lo único que se estaba enseñando era la terminología adecuada para referirse a las diferentes orientaciones sexuales.
“Es condenable que se retire la educación sexual para los niños, niñas y adolescentes de la currícula de educación; porque no se estaba hablando del sexo coital, sino de las diferentes orientaciones que existen”, agrega Guevara.
También aseguró al Blade, que con estás acciones se está invisibilizando a la población LGBTQ “para el gobierno de El Salvador no existimos … Cuando tu no hablas del tema LGBTIQ+, es porque tu no quieres que estas personas existan”.
En un artículo de opinión el abogado Herman Duarte, expresa que “MINED podrá (y tiene) el poder para hacer lo que hizo. Puede darse golpes en el pecho, rasgarse las vestiduras, señalar que la homosexualidad es una perversión y agregar todas las tildes que quiera sobre el tema … pero eso no va borrar la realidad, las personas homosexuales seguiremos naciendo y estaremos presente en todo momento de la realidad salvadoreña …”
Amalia Leiva, activista y defensora de derechos humanos, quien condena y desaprueba las posturas del gobierno actual, aclara que principalmente condena el comunicado compartido por el MINED, “de manera muy arbitraria y sin seguir procedimientos de ley, nombraron a un nuevo titular para el INFOD”, expresó Leiva al Blade.
“Es evidente que, al estado salvadoreño no le interesa la educación sexual, no le importa hablar de derechos humanos, no le importa de diversidad, ni la salud sexual y reproductiva, porque responden a una agenda anti-derechos y conservadora”, agrega Leiva
Para Bessy Ríos, abogada y directora de la Fundación de Familiares y Amigos por la Diversidad Sexual, De la Mano Contigo no se puede conseguir cambios en sociedades donde se repite el oscurantismo, “nos encontramos en este gracias a las organizaciones religiosas, que buscan mantener en tabú y encerrados estos temas, no educan a sus hijos en sus iglesias, ni es sus hogares y se terminan educando en redes sociales”, asegura al Blade.
Agrega también que la niñez y adolescencia, sigue educando al ver series en plataformas como Netflix e incluso en pornografía, ya que son los “espacios” en donde pueden acceder a la información o también mal informase con otras amistades. Ríos argumenta también que a lo mejor este Gobierno se animó a sacar el tema en televisión abierta, aprovechando la “popularidad del presidente”, más no contaban con la reacción de organizaciones “pro vida” y “anti derechos”.
Para UNESCO, el que exista educación sexual integral es fundamental para prevenir la homofobia y transfóbia en centros educativos, desde un enfoque de derechos humanos.
“Una de las razones de la educación en salud sexual, es el respeto a las diferencias, pero no se está haciendo”, asegura Guevara además que el que no se promulgue el respeto en la educación de las niñez y adolescencia salvadoreño es debido a los movimientos anti derechos que existen, los cuales alegan trabajar contra la “ideología de género”.
“La ideología de género no existe, porque aparte que una ideología se impone y las personas LGBTIQ+ no estamos imponiendo nada… ni siquiera tenemos leyes que nos respalden”, aclara Guevara.
“Hay que recordar al estado salvadoreño que por resolución de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, en el caso Manuela vs El Salvador celebrado el 10 y 11 de marzo del 2021, se le dice al Estado salvadoreño que es culpable de haber asesinado a Manuela y que de haberla condenado injustamente por una complicación obstétrica; por ello les ordena que tienen que hablar sobre salud sexual y reproductiva, para evitar violencia también en niños, niña y adolescentes”, finaliza Leiva, aclarando que el Estado salvadoreño ha ignorado esta orden.
Al no hablar sobre sexualidad a temprana edad seguirá existiendo la discriminación, violencia, violaciones contra los niños, niñas y adolescentes, mismos que tendrán en internet los únicos recursos que le ayuden a comprender el tema. “Como organizaciones de sociedad civil, nos queda seguir educando por nuestra parte a la población”, finaliza Guevara.
El Salvador
La marcha LGBTQ desafía el silencio en El Salvador
Se realizó el evento en San Salvador bajo la lluvia, pero con orgullo

SAN SALVADOR, El Salvador — El reloj marcaba el mediodía cuando los primeros colores del arcoíris comenzaron a ondear frente a la emblemática Plaza del Divino Salvador del Mundo. A pesar de la incertidumbre generada en redes sociales, donde abundaban los rumores sobre una posible cancelación de la marcha por la diversidad sexual, la ciudad capital comenzaba a llenarse de esperanza, de resistencia y de orgullo.
Este año, la Marcha del Orgullo LGBTQ+ en El Salvador se desarrolló en un contexto tenso, en medio de un clima político que reprime y silencia a las voces disidentes.
“Aunque las estadísticas digan que no existimos, viviendo en El Salvador, un país donde hoy, después de décadas de avances, defender los derechos humanos es de nuevo una causa perseguida, criminalizada y silenciada”, afirmaron representantes de la Federación Salvadoreña LGBTQ+.
A pesar de la cancelación del festival cultural que usualmente acompaña la marcha, los colectivos decidieron seguir adelante con la movilización, priorizando el sentido original de la actividad: salir a las calles para visibilizarse, exigir respeto a sus derechos y recordar a quienes ya no están.
A la 1:30 p.m., una fuerte lluvia comenzó a caer sobre la ciudad. Algunas de las personas presentes corrieron a refugiarse, mientras otras, debajo de sombrillas y de los escasos árboles en la plaza, decidieron mantenerse firmes. Los comentarios pesimistas no se hicieron esperar: “a lo mejor la cancelan por el clima”, “no se ve tanta gente como otros años”. Sin embargo, lo que siguió fue una muestra de resistencia: a las 2:05 p.m. las voces comenzaron a llamar a tomar las calles.
Visibilidad como resistencia
La marcha arrancó bajo una llovizna persistente. La Avenida Roosevelt y la Alameda Juan Pablo II se tiñeron de colores con banderas arcoíris, trans, lésbicas, bisexuales y otras que representan a los diversos sectores de la población LGBTQ. Cada bandera alzada fue un acto político, cada paso una declaración de existencia.
Desde la Plaza del Divino Salvador del Mundo hasta la Plaza Gerardo Barrios, frente a Catedral Metropolitana y el Palacio Nacional, la marcha se convirtió en un carnaval de dignidad. Carteles con frases como “El amor no se reprime”, “Mi existencia no es delito” o “Marcho por quien ya no puede hacerlo” se alzaron entre las multitudes.
La movilización fue también un espacio para recordar a quienes han perdido la vida por la discriminación y el rechazo. Familias que marcharon por hijos, hijas o amigues que se suicidaron a causa del estigma. Personas que caminaron por quienes aún viven en el miedo, por quienes no pudieron salir del clóset, por quienes se han ido del país huyendo de la violencia.
Arte, fe y rebeldía
Una de las escenas más llamativas fue protagonizada por Nelson Valle, un joven gay que marchó vestido como sacerdote.
“Hay muchas personas que secretamente asisten a ritos religiosos como en Semana Santa, y les gusta vivir en lo oculto. Pero la fe debe ser algo libre porque Dios es amor y es para todos”, dijo.
Valle utilizó su vestimenta como una forma de protesta contra las estructuras religiosas que aún condenan la diversidad sexual.
“Un ejemplo de persona que abrió el diálogo del respeto fue el papa Francisco, abrió la mente y muy adelantado a su tiempo, porque dejó claro que hay que escuchar a toda persona que quiere encontrar a Dios”, agregó.
La marcha también incluyó bandas musicales, grupos de cachiporristas, carrozas artísticas, colectivos provenientes de distintos puntos del país, y manifestaciones de orgullo en todas sus formas. Fue un mosaico cultural que mostró la riqueza y diversidad de la población LGBTQ en El Salvador.

Una lucha que persiste
Las organizaciones presentes coincidieron en su mensaje: la lucha por la igualdad y el reconocimiento no se detiene, a pesar de los intentos del Estado por invisibilizarlos.
“Nuestros cuerpos se niegan a ser borrados y a morir en la invisibilidad de registros que no guardan nuestros nombres ni nuestros géneros”, declararon representantes de la Federación.
Además, agregaron: “Desde este país que nos quiere callar, levantamos nuestras voces: ¡La comunidad LGBTIQ+ no se borra! ¡El Salvador también es nuestro! Construyamos, entre todes, un país donde podamos vivir con Orgullo.”
El ambiente fue de respeto, pero también de desconfianza. La presencia de agentes policiales no pasó desapercibida. Aunque no hubo reportes oficiales de violencia, varias personas expresaron su temor por posibles represalias.
“Marchar hoy es también un acto de valentía”, comentó Alejandra, una joven lesbiana que viajó desde Santa Ana para participar. “Pero tenemos derecho a vivir, a amar, a soñar. Y si nos detenemos, les damos la razón a quienes nos quieren ver en silencio.”
Rumbo al futuro
Concluida la marcha frente a Catedral y el Palacio Nacional, muchas personas permanecieron en la plaza compartiendo abrazos, fotos y palabras de aliento. No hubo festival, no hubo escenario, pero hubo algo más valioso: una comunidad que sigue viva, que sigue resistiendo.
Los retos son muchos: falta de leyes de protección y que apoye las identidades de las personas trans, discriminación laboral, violencia por prejuicio, rechazo familiar, y una narrativa estatal que pretende que no existen. Pero la marcha del 28 de junio demostró que, aunque el camino sea cuesta arriba, la dignidad y el orgullo no se borran.
La lucha por un El Salvador más justo, más plural y más inclusivo continúa. En palabras de uno de los carteles más llamativos de ese día: “No estamos aquí para pedir permiso, estamos aquí para recordar que también somos parte de este país”.
Colombia
Colombia avanza hacia la igualdad para personas trans
Fue aprobado en Comisión Primera de la Cámara la Ley Integral Trans

En un hecho histórico para los derechos humanos en Colombia, la Comisión Primera de la Cámara de Representantes aprobó en primer debate el Proyecto de Ley 122 de 2024, conocido como la Ley Integral Trans, que busca garantizar la igualdad efectiva de las personas con identidades de género diversas en el país. Esta iniciativa, impulsada por más de cien organizaciones sociales defensoras de los derechos LGBTQ, congresistas de la comisión por la Diversidad y personas trans, representa un paso decisivo hacia el reconocimiento pleno de derechos para esta población históricamente marginada.
La Ley Integral Trans propone un marco normativo robusto para enfrentar la discriminación y promover la inclusión. Entre sus principales ejes se destacan el acceso a servicios de salud con enfoque diferencial, el reconocimiento de la identidad de género en todos los ámbitos de la vida, la creación de programas de empleo y educación para personas trans, así como medidas para garantizar el acceso a la justicia y la protección frente a violencias basadas en prejuicios.
Detractores hablan de ‘imposición ideológica
Sin embargo, el avance del proyecto no ha estado exento de polémicas. Algunos sectores conservadores han señalado que la iniciativa representa una “imposición ideológica”. La senadora y precandidata presidencial María Fernanda Cabal anunció públicamente que se opondrá al proyecto de Ley Integral Trans cuando llegue al Senado, argumentando que “todas las personas deben ser tratadas por igual” y que esta propuesta vulneraría un principio constitucional. Estas declaraciones anticipan un debate intenso en las próximas etapas legislativas.
El proyecto también establecelineamientos claros para que las instituciones públicas respeten el nombre y el género con los que las personas trans se identifican, en concordancia con su identidad de género, y contempla procesos de formación y sensibilización en entidades estatales. Además, impulsa políticas públicas en contextos clave como el trabajo, la educación, la cultura y el deporte, promoviendo una vida libre de discriminación y con garantías plenas de participación.
¿Qué sigue para que sea ley?
La Ley aún debe superar varios debates legislativos, incluyendo la plenaria en la Cámara y luego el paso al Senado; pero la sola aprobación en Comisión Primera ya constituye un hito en la lucha por la igualdad y la dignidad de las personas trans en Colombia. En un país donde esta población enfrenta altos niveles de exclusión, violencia y barreras estructurales, este avance legislativo renueva la esperanza de una transformación real.
Desde www.orgullolgbt.co, celebramos este logro, invitamos a unirnos en esta causa impulsándola en los círculos a los que tengamos acceso y reiteramos nuestro compromiso con la visibilidad, los derechos y la vida digna de las personas trans. La #LeyIntegralTrans bautizada “Ley Sara Millerey” en honor de la mujer trans recientemente asesinada en Bello, Antioquia (ver más aquí); no es solo una propuesta normativa: es un acto de justicia que busca asegurar condiciones reales para que todas las personas puedan vivir con libertad, seguridad y respeto por su identidad.
Noticias en Español
¿Hasta cuándo esperaremos el permiso para amar?
El nuevo Papa afirmó que la familia se funda en la “unión estable entre el hombre y la mujer”

Las recientes declaraciones del Papa León XIV han reactivado un debate de enorme peso espiritual y pastoral: ¿cómo entiende la Iglesia el amor, la familia y la dignidad de las personas en toda su diversidad?
En su primer discurso oficial ante el cuerpo diplomático del Vaticano, el 16 de mayo de 2025, el Papa afirmó que la familia se funda en la “unión estable entre el hombre y la mujer”. Estas palabras, pronunciadas con claridad y convicción, reafirman la posición doctrinal tradicional sobre el matrimonio, el aborto y la llamada “ideología de género”. Pero para muchos, estas afirmaciones reabren heridas, traen a la superficie el dolor de sentirse nuevamente al margen, y avivan preguntas que no han encontrado todavía un espacio real de escucha dentro de la Iglesia.
Estas posturas no son nuevas. Ya en 2016, como obispo de Chiclayo, Perú, León XIV expresó su oposición a los programas de educación con perspectiva de género, argumentando que “buscan crear géneros que no existen” y defendiendo una visión binaria de la creación.
Tras el reciente fallecimiento del Papa Francisco —cuyo pontificado marcó una apertura tímida pero significativa hacia una pastoral de la misericordia—, la elección de León XIV suscitó tanto esperanzas como preocupaciones. Francisco, aunque enfrentó resistencias internas, dejó gestos importantes: la bendición a parejas del mismo sexo, el lenguaje de acogida y las exhortaciones a no cerrar las puertas. Pero sus esfuerzos, por valiosos que fueran, no dejaron de ser esfuerzos, porque la estructura misma de la Iglesia, anclada en siglos de doctrina conservadora, reaccionó con oposición firme, limitando cualquier posibilidad real de transformación profunda.
En mi artículo anterior “Cuando el humo blanco no es suficiente” (Pride Society Magazine, abril 2025), advertía que el humo de la elección papal no podía ser tomado como garantía de cambio. La emoción del momento, sin acciones concretas, corre el riesgo de volverse solo un símbolo sin sustancia. Hoy, esas palabras cobran nueva vigencia.
Pero este artículo no es una condena a ninguna iglesia. No es un ataque ni una burla. Es una reflexión desde la fe. Es un clamor desde el corazón pastoral de quienes acompañamos a muchas personas heridas por un discurso que, en nombre de Dios, ha excluido más que ha abrazado.
¿Por qué seguimos esperando el permiso para amar?
¿Por qué seguimos buscando validación en instituciones que, a menudo, nos han negado su respeto?
No pedimos aceptación como una concesión. Exigimos respeto como un derecho. El Evangelio no fue escrito para algunos. Fue proclamado para todos.
Y es aquí donde debemos detenernos. Porque muchas veces, frente a declaraciones como estas, el miedo nos asalta, nos invade y nos paraliza. Nos deja vacilantes. Dudamos de nuestro valor, de nuestra fe, de nuestro lugar en la comunidad. Pero en medio de esas sombras, el Evangelio alza su voz con claridad:
“En el amor no hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera el temor” (1 Juan 4:18).
Ese amor no viene de doctrinas. Viene de Dios. Y quien vive en ese amor, no tiene por qué temer.
También es necesario reconocer que quienes tenemos la responsabilidad de enseñar, predicar y liderar en las iglesias, no siempre medimos el poder de nuestras palabras. Con frecuencia, hemos usado la Biblia y las doctrinas como fusiles, y hemos arrinconado a quienes no encajan en nuestras categorías teológicas. ¿De qué sirve hablar de inclusión si no escuchamos? ¿De qué sirve predicar el amor si excluimos con nuestras prácticas?
La Iglesia —toda Iglesia— está llamada a reflejar el corazón de Dios. Y ese corazón no clasifica, no discrimina, no teme a la diversidad. Ese corazón solo sabe amar.
Como dijo el apóstol Pablo:
“Ya no hay judío ni griego, no hay esclavo ni libre, no hay hombre ni mujer, porque todos ustedes son uno en Cristo Jesús” (Gál 3:28).
Hoy repito con fuerza: el Dios que conozco no condena el amor. El Dios que conozco condena el odio.
Y mientras haya personas que aman, que buscan justicia, que luchan por ser quienes son sin miedo, Dios seguirá caminando con ellas.
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