Noticias en Español
Prominente activista estadounidense hostigado por las autoridades en Cuba


Nota del editor: Esta nota salió en el sitio web del Washington Blade en inglés el 21 de enero.
Un prominente activista LGBT de San Francisco dice que fue “acosado” por las autoridades cubanas durante su reciente viaje al país.
Michael Petrelis llevaba 10,000 pegatinas con el arcoíris y la frase “Love is Love” (Amor es Amor) y 1,200 brazaletes de Pride (Orgullo gay) en su equipaje cuando llegó al Aeropuerto Internacional José Martí en La Habana el 2 de enero.
Petrelis narró al Washington Blade, durante una serie de entrevistas desde Cuba y San Francisco que un agente de inmigración con ropa de civil se paró detrás y lo “tocó en el hombro” poco después de haber pasado por la aduana. El funcionario le pidió que le mostrara el pasaporte antes de llevarlo a “un cuarto de entrevistas en el piso alto”.
Petrelis había subido varios posts a Facebook sobre su viaje antes de salir de San Francisco y dijo al Blade que había copias impresas de ellos sobre la mesa cuando entró a la habitación.
“El agente me preguntó por qué llevaba a Cuba tantos artículos con el arcoíris, con una visa de turista”, dijo Petrelis, quien explicó al Blade que planeaba distribuirlos entre la gente a lo largo del país. “Yo le expliqué que esos regalos serían compartidos con gais cubanos, sin costo alguno”.
Petrelis contó que el agente le preguntó dónde se alojaría en La Habana y anotó la información de la ubicación y el número de días que estaría allí”. Petrelis dijo al Blade que el interrogatorio duró alrededor de 30 minutos.
“Me dijo que no me preocupara, lo cual me preocupó, que sería admitido al país como turista”, narró Petrelis, “Ni él, ni ningún otro agente en momento alguno abrieron mi equipaje, algo que me pareció muy raro, pero no me opuse”.
Petrelis contó al Blade que un “agente uniformado” del Ministerio del Interior “apareció” en la casa donde se estaba quedando y “nuevamente me preguntaron por qué había llevado tantos arcoíris conmigo”. Petrelis dijo que el agente lo citó para una entrevista en un lugar que describió como un cuartel del ministerio.
Dijo que dos hombres — el que lo había interrogado en el aeropuerto el día anterior y otro oficial que se identificó como Carlos — lo interrogaron durante dos horas. Petrelis añadió que antes de marcharse también habló con una mujer en el ministerio.
“Fue durante la primera reunión con él que me especificó, mediante un joven traductor, que yo no podía asistir a ´manifestaciones´ y específicamente al arcoíris humano en el Capitolio (cubano) que yo había propuesto realizar, pero que en realidad nunca se llegó a efectuar”, dijo Petrelis recordando el interrogatorio.
Petrelis dijo que Carlos le comunicó que no podía asistir a ninguna reunión, “pero nunca definió qué constituía una reunión y yo le dije que quería reunirme con amigos de Facebook en La Habana, Matanzas y Santa Clara”.
Petrelis dijo que Carlos llamó al Centro Nacional de Educación Sexual, una organización que promueve la agenda LGBTI en la isla y que dirige Mariela Castro, la hija del ex presidente Raúl Castro. Petrelis dijo al Blade que Carlos le instruyó que debía llevar todas sus pegatinas y brazaletes a las oficinas del CENESEX en el barrio habanero del Vedado.
“Extrañamente, cuando aparecí en el CENESEX con mis arcoíris, como me había ordenado Carlos, mis amigos allí en realidad querían organizar una reunión con su red nacional gay”, dijo Petrelis.
Añadió que uno de los empleados del CENESEX le dijo “no te preocupes por la prohibición del Ministerio del Interior de que participes en reuniones”. Petrelis dijo que el empleado parecía confiado en que el CENESEX podría distribuir rápidamente las pegatinas y los brazaletes por toda Cuba.
Después de su reunión en el CENESEX, otro agente del Ministerio del Interior fue a la casa donde Peetrelis se estaba quedando.
Contó que viajó a las ciudades de Santa Clara y Matanzas sin incidentes, a pesar de que continuó posteando en su página de Facebook fotos suyas con banderas de arcoíris y parafernalia del movimiento junto a cubanos.
Narró que fue interrogado una vez más en el aeropuerto antes de abordar su vuelo hacia México.
“Me puse en la cola para pasar el chequeo de seguridad y un muchacho musculoso de alrededor de 30 años me hizo señas para que me saliera de la fila”, recuerda. “Un agente de seguridad vestido de civil con un ‘walkie-talkie’ se me acercó rápidamente y me condujo a una oficina de inmigración situada justamente a la izquierda del área de seguridad”.
Carlos y el mismo hombre que lo había interrogado al llegar a Cuba estaban allí esperando por él. “Sus brazos estaban completamente abiertos y parecía esperar un abrazo”, recuerda Petrelis. “El traductor me dijo que Carlos estaba feliz de verme y que yo no tenía que preocuparme por nada. Carlos disfrutaba leyendo mi página de Facebook y viendo las fotos. Sonrió mirando mis uñas pintadas y me dijo que qué bueno que había podido llegar a El Menjunje (un centro cultural afín a la comunidad LGTBI en santa Clara)”.
Según Petrelis, Carlos le dijo que las autoridades estaban “al tanto” de que él no había asistido a una demostración por los derechos LGTBI en un parque habanero en la que habían participado dos “contra revolucionarios”.
“Le dije que Cuba debía pagarme por las buenas relaciones públicas que yo hacía para el país”, dijo Petrelis. “Carlos me reiteró que yo era un buen amigo de Cuba y que era bienvenido si regresaba, y que la próxima vez llevara una cantidad menor de pegatinas y brazaletes”.
A continuación fue escoltado a través del área de seguridad hasta la puerta de embarque.
Petrelis había viajado a Cuba en dos ocasiones anteriormente. Llegó a Cuba en el 60 aniversario del triunfo de la revolución que llevó al poder a Fidel Castro, el tío de Mariela Castro. Su viaje también coincidió con la creciente controversia alrededor de la eliminación del matrimonio igualitario del borrador de la nueva constitución cubana.
El referendo para aprobar la nueva constitución se celebrará el 24 de febrero. Muchos activistas LGTBI que actúan con independencia del CENESEX han pedido a los cubanos que voten en contra de esta constitución.
Yoani Sánchez, una periodista independiente que critica abiertamente al gobierno cubano, dijo el sábado que las autoridades habían amenazado con detener a una de sus reporteras si cubría una protesta por los derechos LGBT en La Habana. Activistas independientes con los que ha hablado el Blade han dicho que enfrentan acoso e incluso arrestos, si critican públicamente al gobierno cubano o a Mariela Castro.
“Me sentí sudoroso y acosado cuando me llevaron a un cuarto sin ventanas en el aeropuerto donde fui interrogado durante treinta minutos, un acoso que finalmente se saldó con tres interrogatorios realizados por cuatro funcionarios del gobierno y dos intérpretes” dijo Petrelis al Blade en su declaración. “Aunque Carlos diga que el gobierno me ve como ´un amigo del pueblo cubano´ y no tengo nada por qué preocuparme, el acoso que sufrí me obliga a preguntarme, si es así como tratan sus amigos, qué trato recibirán los enemigos del Ministerio del Interior”
“Como un ciudadano patriótico y progresista de los Estados Unidos, que ha luchado por largo tiempo reclamando responsabilidades a su gobierno, la vigilancia a que fui sometido para mi equivale a acoso”, agregó.
El gobierno cubano no respondió las peticiones del Blade para que comentara sobre los hechos.
El Salvador
La marcha LGBTQ desafía el silencio en El Salvador
Se realizó el evento en San Salvador bajo la lluvia, pero con orgullo

SAN SALVADOR, El Salvador — El reloj marcaba el mediodía cuando los primeros colores del arcoíris comenzaron a ondear frente a la emblemática Plaza del Divino Salvador del Mundo. A pesar de la incertidumbre generada en redes sociales, donde abundaban los rumores sobre una posible cancelación de la marcha por la diversidad sexual, la ciudad capital comenzaba a llenarse de esperanza, de resistencia y de orgullo.
Este año, la Marcha del Orgullo LGBTQ+ en El Salvador se desarrolló en un contexto tenso, en medio de un clima político que reprime y silencia a las voces disidentes.
“Aunque las estadísticas digan que no existimos, viviendo en El Salvador, un país donde hoy, después de décadas de avances, defender los derechos humanos es de nuevo una causa perseguida, criminalizada y silenciada”, afirmaron representantes de la Federación Salvadoreña LGBTQ+.
A pesar de la cancelación del festival cultural que usualmente acompaña la marcha, los colectivos decidieron seguir adelante con la movilización, priorizando el sentido original de la actividad: salir a las calles para visibilizarse, exigir respeto a sus derechos y recordar a quienes ya no están.
A la 1:30 p.m., una fuerte lluvia comenzó a caer sobre la ciudad. Algunas de las personas presentes corrieron a refugiarse, mientras otras, debajo de sombrillas y de los escasos árboles en la plaza, decidieron mantenerse firmes. Los comentarios pesimistas no se hicieron esperar: “a lo mejor la cancelan por el clima”, “no se ve tanta gente como otros años”. Sin embargo, lo que siguió fue una muestra de resistencia: a las 2:05 p.m. las voces comenzaron a llamar a tomar las calles.
Visibilidad como resistencia
La marcha arrancó bajo una llovizna persistente. La Avenida Roosevelt y la Alameda Juan Pablo II se tiñeron de colores con banderas arcoíris, trans, lésbicas, bisexuales y otras que representan a los diversos sectores de la población LGBTQ. Cada bandera alzada fue un acto político, cada paso una declaración de existencia.
Desde la Plaza del Divino Salvador del Mundo hasta la Plaza Gerardo Barrios, frente a Catedral Metropolitana y el Palacio Nacional, la marcha se convirtió en un carnaval de dignidad. Carteles con frases como “El amor no se reprime”, “Mi existencia no es delito” o “Marcho por quien ya no puede hacerlo” se alzaron entre las multitudes.
La movilización fue también un espacio para recordar a quienes han perdido la vida por la discriminación y el rechazo. Familias que marcharon por hijos, hijas o amigues que se suicidaron a causa del estigma. Personas que caminaron por quienes aún viven en el miedo, por quienes no pudieron salir del clóset, por quienes se han ido del país huyendo de la violencia.
Arte, fe y rebeldía
Una de las escenas más llamativas fue protagonizada por Nelson Valle, un joven gay que marchó vestido como sacerdote.
“Hay muchas personas que secretamente asisten a ritos religiosos como en Semana Santa, y les gusta vivir en lo oculto. Pero la fe debe ser algo libre porque Dios es amor y es para todos”, dijo.
Valle utilizó su vestimenta como una forma de protesta contra las estructuras religiosas que aún condenan la diversidad sexual.
“Un ejemplo de persona que abrió el diálogo del respeto fue el papa Francisco, abrió la mente y muy adelantado a su tiempo, porque dejó claro que hay que escuchar a toda persona que quiere encontrar a Dios”, agregó.
La marcha también incluyó bandas musicales, grupos de cachiporristas, carrozas artísticas, colectivos provenientes de distintos puntos del país, y manifestaciones de orgullo en todas sus formas. Fue un mosaico cultural que mostró la riqueza y diversidad de la población LGBTQ en El Salvador.

Una lucha que persiste
Las organizaciones presentes coincidieron en su mensaje: la lucha por la igualdad y el reconocimiento no se detiene, a pesar de los intentos del Estado por invisibilizarlos.
“Nuestros cuerpos se niegan a ser borrados y a morir en la invisibilidad de registros que no guardan nuestros nombres ni nuestros géneros”, declararon representantes de la Federación.
Además, agregaron: “Desde este país que nos quiere callar, levantamos nuestras voces: ¡La comunidad LGBTIQ+ no se borra! ¡El Salvador también es nuestro! Construyamos, entre todes, un país donde podamos vivir con Orgullo.”
El ambiente fue de respeto, pero también de desconfianza. La presencia de agentes policiales no pasó desapercibida. Aunque no hubo reportes oficiales de violencia, varias personas expresaron su temor por posibles represalias.
“Marchar hoy es también un acto de valentía”, comentó Alejandra, una joven lesbiana que viajó desde Santa Ana para participar. “Pero tenemos derecho a vivir, a amar, a soñar. Y si nos detenemos, les damos la razón a quienes nos quieren ver en silencio.”
Rumbo al futuro
Concluida la marcha frente a Catedral y el Palacio Nacional, muchas personas permanecieron en la plaza compartiendo abrazos, fotos y palabras de aliento. No hubo festival, no hubo escenario, pero hubo algo más valioso: una comunidad que sigue viva, que sigue resistiendo.
Los retos son muchos: falta de leyes de protección y que apoye las identidades de las personas trans, discriminación laboral, violencia por prejuicio, rechazo familiar, y una narrativa estatal que pretende que no existen. Pero la marcha del 28 de junio demostró que, aunque el camino sea cuesta arriba, la dignidad y el orgullo no se borran.
La lucha por un El Salvador más justo, más plural y más inclusivo continúa. En palabras de uno de los carteles más llamativos de ese día: “No estamos aquí para pedir permiso, estamos aquí para recordar que también somos parte de este país”.
Colombia
Colombia avanza hacia la igualdad para personas trans
Fue aprobado en Comisión Primera de la Cámara la Ley Integral Trans

En un hecho histórico para los derechos humanos en Colombia, la Comisión Primera de la Cámara de Representantes aprobó en primer debate el Proyecto de Ley 122 de 2024, conocido como la Ley Integral Trans, que busca garantizar la igualdad efectiva de las personas con identidades de género diversas en el país. Esta iniciativa, impulsada por más de cien organizaciones sociales defensoras de los derechos LGBTQ, congresistas de la comisión por la Diversidad y personas trans, representa un paso decisivo hacia el reconocimiento pleno de derechos para esta población históricamente marginada.
La Ley Integral Trans propone un marco normativo robusto para enfrentar la discriminación y promover la inclusión. Entre sus principales ejes se destacan el acceso a servicios de salud con enfoque diferencial, el reconocimiento de la identidad de género en todos los ámbitos de la vida, la creación de programas de empleo y educación para personas trans, así como medidas para garantizar el acceso a la justicia y la protección frente a violencias basadas en prejuicios.
Detractores hablan de ‘imposición ideológica
Sin embargo, el avance del proyecto no ha estado exento de polémicas. Algunos sectores conservadores han señalado que la iniciativa representa una “imposición ideológica”. La senadora y precandidata presidencial María Fernanda Cabal anunció públicamente que se opondrá al proyecto de Ley Integral Trans cuando llegue al Senado, argumentando que “todas las personas deben ser tratadas por igual” y que esta propuesta vulneraría un principio constitucional. Estas declaraciones anticipan un debate intenso en las próximas etapas legislativas.
El proyecto también establecelineamientos claros para que las instituciones públicas respeten el nombre y el género con los que las personas trans se identifican, en concordancia con su identidad de género, y contempla procesos de formación y sensibilización en entidades estatales. Además, impulsa políticas públicas en contextos clave como el trabajo, la educación, la cultura y el deporte, promoviendo una vida libre de discriminación y con garantías plenas de participación.
¿Qué sigue para que sea ley?
La Ley aún debe superar varios debates legislativos, incluyendo la plenaria en la Cámara y luego el paso al Senado; pero la sola aprobación en Comisión Primera ya constituye un hito en la lucha por la igualdad y la dignidad de las personas trans en Colombia. En un país donde esta población enfrenta altos niveles de exclusión, violencia y barreras estructurales, este avance legislativo renueva la esperanza de una transformación real.
Desde www.orgullolgbt.co, celebramos este logro, invitamos a unirnos en esta causa impulsándola en los círculos a los que tengamos acceso y reiteramos nuestro compromiso con la visibilidad, los derechos y la vida digna de las personas trans. La #LeyIntegralTrans bautizada “Ley Sara Millerey” en honor de la mujer trans recientemente asesinada en Bello, Antioquia (ver más aquí); no es solo una propuesta normativa: es un acto de justicia que busca asegurar condiciones reales para que todas las personas puedan vivir con libertad, seguridad y respeto por su identidad.
Noticias en Español
¿Hasta cuándo esperaremos el permiso para amar?
El nuevo Papa afirmó que la familia se funda en la “unión estable entre el hombre y la mujer”

Las recientes declaraciones del Papa León XIV han reactivado un debate de enorme peso espiritual y pastoral: ¿cómo entiende la Iglesia el amor, la familia y la dignidad de las personas en toda su diversidad?
En su primer discurso oficial ante el cuerpo diplomático del Vaticano, el 16 de mayo de 2025, el Papa afirmó que la familia se funda en la “unión estable entre el hombre y la mujer”. Estas palabras, pronunciadas con claridad y convicción, reafirman la posición doctrinal tradicional sobre el matrimonio, el aborto y la llamada “ideología de género”. Pero para muchos, estas afirmaciones reabren heridas, traen a la superficie el dolor de sentirse nuevamente al margen, y avivan preguntas que no han encontrado todavía un espacio real de escucha dentro de la Iglesia.
Estas posturas no son nuevas. Ya en 2016, como obispo de Chiclayo, Perú, León XIV expresó su oposición a los programas de educación con perspectiva de género, argumentando que “buscan crear géneros que no existen” y defendiendo una visión binaria de la creación.
Tras el reciente fallecimiento del Papa Francisco —cuyo pontificado marcó una apertura tímida pero significativa hacia una pastoral de la misericordia—, la elección de León XIV suscitó tanto esperanzas como preocupaciones. Francisco, aunque enfrentó resistencias internas, dejó gestos importantes: la bendición a parejas del mismo sexo, el lenguaje de acogida y las exhortaciones a no cerrar las puertas. Pero sus esfuerzos, por valiosos que fueran, no dejaron de ser esfuerzos, porque la estructura misma de la Iglesia, anclada en siglos de doctrina conservadora, reaccionó con oposición firme, limitando cualquier posibilidad real de transformación profunda.
En mi artículo anterior “Cuando el humo blanco no es suficiente” (Pride Society Magazine, abril 2025), advertía que el humo de la elección papal no podía ser tomado como garantía de cambio. La emoción del momento, sin acciones concretas, corre el riesgo de volverse solo un símbolo sin sustancia. Hoy, esas palabras cobran nueva vigencia.
Pero este artículo no es una condena a ninguna iglesia. No es un ataque ni una burla. Es una reflexión desde la fe. Es un clamor desde el corazón pastoral de quienes acompañamos a muchas personas heridas por un discurso que, en nombre de Dios, ha excluido más que ha abrazado.
¿Por qué seguimos esperando el permiso para amar?
¿Por qué seguimos buscando validación en instituciones que, a menudo, nos han negado su respeto?
No pedimos aceptación como una concesión. Exigimos respeto como un derecho. El Evangelio no fue escrito para algunos. Fue proclamado para todos.
Y es aquí donde debemos detenernos. Porque muchas veces, frente a declaraciones como estas, el miedo nos asalta, nos invade y nos paraliza. Nos deja vacilantes. Dudamos de nuestro valor, de nuestra fe, de nuestro lugar en la comunidad. Pero en medio de esas sombras, el Evangelio alza su voz con claridad:
“En el amor no hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera el temor” (1 Juan 4:18).
Ese amor no viene de doctrinas. Viene de Dios. Y quien vive en ese amor, no tiene por qué temer.
También es necesario reconocer que quienes tenemos la responsabilidad de enseñar, predicar y liderar en las iglesias, no siempre medimos el poder de nuestras palabras. Con frecuencia, hemos usado la Biblia y las doctrinas como fusiles, y hemos arrinconado a quienes no encajan en nuestras categorías teológicas. ¿De qué sirve hablar de inclusión si no escuchamos? ¿De qué sirve predicar el amor si excluimos con nuestras prácticas?
La Iglesia —toda Iglesia— está llamada a reflejar el corazón de Dios. Y ese corazón no clasifica, no discrimina, no teme a la diversidad. Ese corazón solo sabe amar.
Como dijo el apóstol Pablo:
“Ya no hay judío ni griego, no hay esclavo ni libre, no hay hombre ni mujer, porque todos ustedes son uno en Cristo Jesús” (Gál 3:28).
Hoy repito con fuerza: el Dios que conozco no condena el amor. El Dios que conozco condena el odio.
Y mientras haya personas que aman, que buscan justicia, que luchan por ser quienes son sin miedo, Dios seguirá caminando con ellas.