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‘A la UMAP nunca sobrevives del todo’
Hombres gay fueron traslados a campamentos después de la Revolución cubana


Nota del editor: Tremenda Nota es el medio socio del Washington Blade en Cuba. Esa nota salió en su sitio web el 20 de diciembre.
LA HABANA — Por más de 50 años José Rolando Valdés no contó que él mismo se tuvo que arrancar una muela a sangre fría con una cuchara, ni que fue golpeado y tirado sin ropa por cuatro días en un calabazo. Tampoco dijo que fue obligado a seguir trabajando en un campo de caña con un brazo lastimado por un machetazo. Sentía vergüenza, así que casi nadie supo sobre el trabajo forzado y vejaciones que padeció. Durante más de cinco décadas calló sobre su reclusión en las UMAP.
Entre 1965 y 1968 el Estado cubano, amparado en la ley 1129 del 26 de noviembre de 1963 que estableció el Servicio Militar Obligatorio (SMO), comenzó a recluir hombres con edades entre los 18 y 26 años en las Unidades Militares de Ayuda a la Producción (UMAP). Aquel fue un experimento social que no solo buscaba higienizar el país de todo aquel que no encajara con el molde del “hombre nuevo”, sino también disponer de unos 60 mil brazos obligados a cortar caña.
Hoy, a sus 72 años, José Rolando recuerda los camiones que iban por cada pueblo y ciudad recogiendo a los jóvenes que el Estado miraba con recelo. Las categorías para la reclusión eran diversas: Religiosos, homosexuales, burgueses, desafectos, otros que no trabajaban y era considerados con alto potencial delictivo, guardias castigados. Aunque nunca lo tuvo claro, Valdés podría pertenecer a esta última categoría.
En 1965 comenzó su servicio militar como guardia de la Marina en el municipio de Bahía Honda, provincia de Pinar del Río. Ahí estuvo unos pocos meses hasta que secuestraron unas lanchas torpederas y como consecuencia la mayoría de los chicos que estaban en ese campamento acabaron, sin muchas explicaciones, en un camión que los llevó hasta el centro del país.
“Cuando llegué a la nueva unidad mi primera reacción fue negarme a usar el uniforme, no entendía por qué estaba allí y no lo acepté”, recuerda.
Como consecuencia de su insubordinación fue golpeado por los guardias, que lo lanzaron en ropa interior a una celda durante cuatro días. “Así aprendí a quedarme callado y esperar que terminara aquel infierno sin causar problemas”.
Había llegado al central Primero de Enero, un campo donde estaban recluidos homosexuales y cristianos. “En las noches había un sargento que metía a los chicos afeminados en un tanque de agua fría desnudos hasta que perdieran la conciencia”, confiesa José con la voz cortada. “Los oíamos sufrir sin poder ayudarles. Es una de las cosas más tristes que he visto”.
Los castigos en las UMAP, documenta el investigador Abel Sierra, podían ir desde los insultos verbales hasta el maltrato físico y la tortura. Víctimas de estos campos enumeran también, entre las formas de violencia, la práctica de enterrarlos en un hueco y dejarlos con la cabeza fuera durante varias horas. A otros los ataban a un palo o a una cerca y los dejaban durante la noche a la intemperie, expuestos a los mosquitos.
Se calcula que alrededor de ochocientos homosexuales fueron presos en sitios como este.
Las unidades que recuerda José Rolando eran albergues largos donde dormían cientos de muchachos sobre camas de saco con colchonetas delgadas. Los baños estaban afuera y olían mal. Las cocinas eran de leña y la comida era escasa. Para el desayuno tomaban un vaso de agua con azúcar y tragaban un pedazo de pan. Unas cercas altas los separaban del exterior.
“Nos levantaban cada día a las 5:30 o 6:00 a.m. y volvíamos del campo de caña casi 12 horas después. En la noche, luego de la comida, nos formaban y comenzaba la lectura y debate de textos políticos. Comenzaba el adoctrinamiento cuando ya no tenías fuerzas ni para pensar”.
Han pasado más de 50 años, pero José Rolando puede recordar casi todo de allí: Olores, sensaciones, maltratos, las voces de los sargentos, la soledad. También es capaz de recitar de memoria un fragmento de un discurso de Fidel Castro que había escuchado en 1963 y que hasta hoy lo persigue:
“Muchos de esos pepillos vagos, hijos de burgueses, andan por ahí con unos pantaloncitos demasiado estrechos; algunos de ellos con una guitarrita en actitudes ‘elvispreslianas’, y que han llevado su libertinaje a extremos de querer ir a algunos sitios de concurrencia pública a organizar sus shows feminoides por la libre”.
“Nuestra sociedad no puede darles cabida a esas degeneraciones”, concluía el discurso del máximo líder cubano.
Dos años después comenzaron las UMAP.
En el tiempo que estuvo recluido, José Rolando Valdés fue trasladado del central Primero de Enero a la cárcel de Morón donde vivió en condiciones de hacinamiento con presos comunes. De ahí lo llevaron a Vertientes para seguir cortando cañas hasta el cierre de los campos. Allí dice que conoció a Pablo Milanés.
La explotación del cuerpo
Las UMAP no solo eran una imposición de cierta masculinidad militante y barbuda, sin cabida para ademanes “afeminados”. Era también mano de obra barata y disponible para la agricultura. En un artículo de la época, el economista Carmelo Mesa-Lago analizaba que el gobierno logró ahorrar por concepto de trabajo no pagado alrededor de trescientos millones de pesos cubanos, entre 1962 y 1967. Por todo un mes con jornadas de medio día, a José Rolando le pagaban siete pesos.
“Allí éramos esclavos, sin saber por qué. Los guardias nos vigilaban todo el día para asegurarse de que estuviésemos cortando caña. Ni siquiera enfermo o herido podías descansar”.
Cuando este hombre habla de las UMAP las define como una especie de asfixia que lo enloquecía a ratos. Quizá por eso, algunos de sus compañeros se automutilaban para escapar. Otros, por su parte, no lograron salir con vida. “Allí hubo suicidios y asesinatos”, rememora.
Aunque no lo presenció, dice que en su campamento mataron a un joven abakúa por indisciplinas graves. Antes fue situado par de veces frente al pelotón de fusilamiento. Las dos primeras serían una suerte de tortura, un simulacro sin balas. En la tercera, las armas sí estaban cargadas.
José Rolando dice que tuvo suerte porque logró salir de allí y continuar su vida. Se mudó hasta San Juan y Martínez, al oeste de Pinar del Río, donde nadie conocía su pasado. Se casó con una chica de ese pueblo y trabajó como cantante en un cabaret nocturno hasta emigrar a Estados Unidos en 2002. En todo ese tiempo no volvió a mencionar las UMAP.
“Son demasiados los recuerdos atroces y hasta hoy nadie ha pedido disculpas siquiera. ¿A quién debo culpar por mi sufrimiento en la UMAP? O por los años que me robaron y todos los horrores que vi allí. Aunque salgas con vida, a un lugar así no sobrevives del todo”.
En junio de 1968 pararon el trabajo en el corte de caña. Les anunciaron que era el fin de la UMAP. Los hombres saltaban de la dicha. Costaba creerlo. José Rolando volvió a casa después de unos 30 meses. Su familia siempre creyó que salía de la Marina.
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Asesinan a Soraya Álvarez, activista trans hondureña
Capturan a hombre que tiró su cuerpo cerca del río Choluteca

TEGUCIGALPA, Honduras — Por pura casualidad se dio la captura del supuesto asesino de Soraya Álvarez.
Los agentes estaban levantando el cadáver de una persona asesinada por asfixia que flotaba en el río Choluteca, en Tegucigalpa, el viernes cerca de las 9:00 p.m., cuando vieron a un hombre que llevaba un cuerpo a cuestas bajo las sombras de la noche.
Cuando la policía le ordenó detenerse, el sujeto tiró el cuerpo al suelo y escapó a toda velocidad. Los agentes lo persiguieron y lograron capturarlo.
El cadáver que había arrojado al suelo era el de la activista trans Soraya Álvarez, integrante del colectivo Muñecas de Arcoíris.
“Se recibió la denuncia de que había un cuerpo flotando en el río Choluteca”, relató a Reportar sin Miedo el subinspector de la Policía Nacional Carlos Valeriano, de la Unidad Metropolitana número 2 en Belén, Comayagüela.

“Esa misma noche [vieron] la sombra de una persona que llevaba algo. Los policías alumbraron a un hombre que llevaba a alguien en la espalda y él tiró el cuerpo y se dio a la fuga. Entonces rápidamente se le dio persecución”.
En la acción policial que tuvo lugar junto al río Choluteca, a la altura de la primera avenida de Comayagüela, la Policía Nacional capturó al hombre de 53 años, de oficio comerciante, por suponerlo responsable del asesinato de Soraya Álvarez.
En el enfrentamiento con los agentes policiales, el supuesto asesino recibió varios golpes, por lo cual tuvo que vendarse la nariz.
En cuanto a Soraya, su cuerpo presentaba heridas en la parte de atrás de la oreja, según las pesquisas de la Dirección Policial de Investigaciones (DPI).
Asimismo, Soraya tenía varios hematomas en la parte de atrás de la cabeza, probablemente producidos con objeto contuso que podrían haberle causado la muerte. Los operadores de justicia están esperando el dictamen de Medicina Forense para conocer las causas oficiales del asesinato.

Con Soraya ya van 40
Soraya Álvarez es la víctima de asesinato número 40 contra personas LGBT+ en Honduras en lo que va de 2023, según el observatorio de la Violencia de la Red Lésbica Cattrachas.
Además, es la persona trans número 11 asesinada en el país durante el año.
El coordinador del Observatorio de la Violencia de Red Lésbica Cattrachas, Nahíl Zerón, dijo a Reportar sin Miedo que el asesinato de Soraya vuelve a poner bajo la lupa la falta de cumplimiento de la sentencia de Vicky Hernández, ya que el Estado de Honduras solo ha cumplido cinco de las 11 medidas medidas de reparación dictadas por la sentencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos.
Entre las medidas más importantes de la sentencia está ofrecer a las personas trans el cambio de nombre. Sin embargo, el gobierno de Xiomara Castro no ha mostrado la voluntad política de hacerlo.
Recientemente, Muñecas de Arcoiris y otras colectivas y organizaciones que pertenecen al Comité de Personas Trans de Honduras realizaron una reunión en la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol). El objetivo de la reunión era hablar sobre una ruta de apoyo a las becas de estudio para las personas trans del país.


“Los avances en derechos de personas LGBTIQ+ tienen un costo político para los partidos y para los gobiernos. Nos deja muy claro que no se quiere avanzar en una temática cuando existe una presión nacional de un contexto fundamentalista conservador”, dijo Nahíl Zerón en el foro regional Justicia sin impunidad ni prejuicios para las personas LGBTIQ+ en Bogotá, Colombia, a principios de septiembre.
Desde la emisión de la sentencia de Vicky Hernández y otras vs Honduras en 2021 han sido asesinadas más de 98 personas de las disidencias sexuales. Sólo el año pasado, Cattrachas registró por lo menos 46 personas asesinadas y dos desaparecidas.

JLo Córdova, de Muñecas de Arcoíris, lamentó profundamente el asesinato de su compañera y al mismo tiempo pidió justicia para ella. Soraya era una joven activista y defensora de los derechos humanos en especial de las personas trans en Honduras recuerda, Córdova.
“Condenamos enérgicamente el asesinato de Soraya Álvarez. Las defensoras trans en Honduras nos están matando. Justicia ya. Y exigimos el cumplimiento de la sentencia de Vicky Hernández”, escribió en la página oficial Muñecas de Arcoíris.
La Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (Oacnudh) condenó la muerte violenta de la defensora de derechos humanos Soraya Álvarez.
Asimismo, la Oficina instó a las autoridades a investigar y sancionar a los responsables, así como garantizar la protección de su familia y organización.
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Mausoleo Tiresias: visibilidad y justicia para mujeres trans
Kenya Cuevas inauguró el primer mausoleo en México para mujeres trans

Texto por HAARÓN ÁLVAREZ Y RODRIGO HERRERA Y FOTOGRAFÍAS DE HAARÓN ÁLVAREZ | Kenya Cuevas, activista trans, fundadora de Casa Muñecas Tiresas, inauguró en conjunto a la alcaldesa de Iztapalapa, Clara Brugada, Oyuki Martínez, coordinadora de la Unidad de Atención Integral a Personas Trans de la CDMX y la directora de COPRED Geraldina de la Vega, el primer Mausoleo en el país para las mujeres trans, para que tengan una muerte digna y un lugar para su memoria que respete su identidad de género.

19 personas LGBTQI+ fueron asesinadas en los primeros cinco meses de 2023, más de la mitad mujeres trans, cuyas muertes se suman a por lo menos 453 asesinatos motivados por el odio hacia la comunidad LGBTQI+ de los últimos cinco años, según Letra S.
Este mausoleo que buscaba reconocer y dignificar la vida de mujeres trans que han muerto asesinadas y que comenzó con la colocación de la primera piedra el pasado 22 de mayo, tendrá con una capacidad para 142 cenizas y para seis féretros, el recinto está ubicado en el Panteón Civil de San Lorenzo Tezonco, en Iztapalapa. En palabras de Kenya, “lo que nos une no es la muerte, es la memoria”.

Durante el evento, la alcaldesa, Brugada expresó y brindó su apoyo a la comunidad trans, reconociendo a Kenya Cuevas, por su lucha a favor de esta población de la sociedad.
“Estoy en paz porque estoy cumpliendo con esa promesa que le hice hace siete años a Paola que está aquí en frente. Paola, Hermana, donde quiera que estés, muchas gracias, porque a través de tu nombre hemos logrado abrir una brecha importante en la historia de la comunidad trans, hemos logrado dar visibilidad y también hemos logrado dar justicia a mujeres trans”.
– Kenya Cuevas, activista trans y defensora de derechos humanos.

Kenya Cuevas agradeció a las autoridades presentes de sumarse a su iniciativa, cuyo objetivo era cumplir con la promesa que le hizo a su hermana de vida, Paola Buenrostro. Su asesinato es el primer transfeminicidio reconocido en la ciudad de México.
“Por quienes fueron víctimas de la violencia estructural, por quienes fueron parte de la violencia institucional, porque fueron parte también de esta violencia social, pero sobre todo, estamos en un espacio para que también la muerte sea una muerte digna”.
– Oyuki Martínez, coordinadora de la Unidad de Atención Integral a Personas Trans de la CDMX vía Agencia Presentes.

En los últimos meses se observa un incremento de la violencia hacia las personas LGBTQI+, particularmente hacia las mujeres trans en medio de un contexto de polarización social, la coyuntura político-electoral y el posicionamiento de campañas que buscan instrumentalizar los prejuicios y estigmas hacia las personas trans con fines partidistas. La tolerancia hacia los discursos de odio no tienen espacio en una sociedad democrática y en paz que necesitamos construir.

En un país donde a siete de cada 10 personas se les niega injustificadamente un derecho por su orientación sexual o identidad de género es más importante que nunca tener cero tolerancia contra cualquier tipo de discriminación y violencia.

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Guatemala da un giro hacia el progresismo con la promesa de combatir la corrupción
Bernardo Arévalo y Karin Herrera se ganaron la segunda vuelta de la elección presidential

Por JAVIER ESTRADA | “El pueblo de Guatemala se ha pronunciado con fuerza”, dijo Arévalo, el presidente electo, la noche del 20 de agosto, en una conferencia de prensa.
En coincidencia con lo que habían anticipado las encuestas, el Movimiento Semilla ganó en el balotaje con el 58 por ciento de votos (2,4 millones), frente al 37 por ciento de votos (1,6 millones) de Sandra Torres, la candidata de la Unidad Nacional de la Esperanza.
El Obelisco está de fiesta 🥳
Así celebra la ciudadanía esta noche el resultado de las #EleccionesGuate2023 en la Ciudad de Guatemala.
“Sí se pudo”, cantan en referencia a la victoria de @BArevalodeLeon y @KarinHerreraVP del @msemillagt.
📷 @PiaLaPeriodista pic.twitter.com/70S7frrpEr
— Quorum (@QuorumGT) August 21, 2023
La propuesta de Arévalo se centra en combatir frontalmente la corrupción en el gobierno guatemalteco; aumentar la inversión social ―salud y educación― y la inversión en infraestructuras, además de luchas para erradicar la discriminación y la desigualdad.
Analistas consideran que su victoria es un reflejo del cansancio de los guatemaltecos y guatemaltecas con el sistema político.
Al menos tres tres expresidentes y cientos de funcionarios de nivel medio han ido a la cárcel en la última década, bajo acusaciones de formar parte de estructuras criminales para aprovecharse de fondos públicos.
Un camino difícil a la presidencia
El camino para que Arévalo y Herrera asuman en el gobierno el próximo 14 de enero 2024 está obstaculizado por la fiscal general, Consuelo Porras y el fiscal Rafael Curruchiche.
La Fiscalía acusa a señala a Arévalo y a su círculo de confianza de cometer irregularidades durante la creación del Movimiento Semilla, mientras el partido responde que se trata de una persecución política.
En la noche de la elección, Arévalo restó importancia a las amenazas de Porras y confió en que asumirá la presidencia, aunque el panorama es complicado.
Semanas atrás, la Fiscalía, con el aval del juez Jimi Brener, ordenó un allanamiento en la sede del Movimiento Semilla y anticipó que capturaría a integrantes del partido político.
En los últimos cinco años, decenas de periodistas, fiscales, jueces y defensores de derechos humanos abandonaron Guatemala, debido a la persecución de la Fiscalía General.
Estados Unidos sancionó e incluyó en la Lista Engel tanto a Porras como a Curruchiche, por ser actores corruptos que socavan la democracia.
Presidente, hijo de presidente
Arévalo, un sociólogo de profesión, tiene una trayectoria como diplomático y actualmente es diputado en el Congreso, asumirá la presidencia con un gran peso histórico sobre sus hombros.
Su padre, Juan José Arévalo, fue presidente entre 1944 y 1951, y es recordado como uno de los líderes más progresistas de la historia de Guatemala, junto a Jacobo Árbenz Guzmán, quien gobernó entre 1951 y 1954.
A los dos gobiernos revolucionarios se les llamó la “primavera democrática”, pero esa etapa de progreso terminó cuando las élites guatemaltecas y Estados Unidos dieron un golpe de Estado a Árbenz.
El presidente electo Arévalo, al llegar al poder, promete continuar con la línea progresista y humanística de su padre y dar un giro hacia la defensa de los derechos humanos.
A lo largo de la campaña electoral, de siete meses, Sandra Torres atacó el posicionamiento de Arévalo en contra de la discriminación y la violencia hacia las personas LGBTIQ+
Las campañas de desprestigio alcanzaron a la familia de Arévalo, a quien se le cuestionó en un programa de radio con alcance nacional, por acudir a la boda de su hija, quien contrajo matrimonio con otra mujer en México.
“Es mi hija, es mi familia”, respondió Arévalo.
Torres también instrumentalizó otros temas en la campaña electoral, como la educación sexual integral o el derecho a la salud sexual y reproductiva, e incluso, denunció a una artista drag por hacer un video en el espacio público.
Esta fue la tercera participación de Torres en las elecciones presidenciales de Guatemala y también la tercera ocasión en la que llega a segunda vuelta sin ganar.
Otros políticos con propuesta ultra conservadores, como Zury Ríos y Edmond Mulet, también fracasaron en su intento de llegar a la presidencia.
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